Llegó después de mucha ausencia
La vieja calle, la casa, su habitación.
Al parecer todos sus recuerdos venían tras ella
o la estaban esperando allí.
En presencia del sonido de algún mar
De las tardes de fútbol jugando en las calles
-como un macho diría mi madre-.
¿Extrañabas ese calor verdad?
y la vieja casa sigue amueblada con los recuerdos de ella
que dulce es la niñez cuando se es adulto
que azul es el cielo en este lugar.
Ves cuánto has cambiado en todo este tiempo
y lloras de nostalgia pero por dentro,
no es un mal sentimiento -es como digerir el nudo de la garganta-
de sentir que estás con esa chica de 8 o 9 años
que se colgaba como mono de los árboles
que se peleaba con los niños en la calles
que sabía más de lo que debía.
Ella está ahí, contigo esperándote
la miras,
se abrazan,
Como la luna llena,
y la luna nueva.
jueves, 9 de octubre de 2014
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