...Y cuando Sartre quiere reconstruir (o construir) su infancia, y hablarnos de sus primeras lecturas y sus primeras creaciones y sueños de escritor, titula su libro: Las palabras (Les mots, París, 1964). Sartre confiesa que descubrió el mundo a través del lenguaje, y que por eso tomaba el lenguaje como si fuese el mundo. Existir era para él tener un nombre en las Tablas infinitas del Verbo...
Escribir era grabar en ellas seres nuevos o cautivar las cosas vivas en las redes de las frases. No amaba —dice— más que las palabras, y le parecía que su destino era «levantar catedrales de palabras bajo el ojo azul de la palabra cielo».
jueves, 30 de septiembre de 2010
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1 comentarios:
" su destino era «levantar catedrales de palabras bajo el ojo azul de la palabra cielo». "
Envidiable destino.
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