...Y cuando Sartre quiere reconstruir (o construir) su infancia, y hablarnos de sus primeras lecturas y sus primeras creaciones y sueños de escritor, titula su libro: Las palabras (Les mots, París, 1964). Sartre confiesa que descubrió el mundo a través del lenguaje, y que por eso tomaba el lenguaje como si fuese el mundo. Existir era para él tener un nombre en las Tablas infinitas del Verbo...
Escribir era grabar en ellas seres nuevos o cautivar las cosas vivas en las redes de las frases. No amaba —dice— más que las palabras, y le parecía que su destino era «levantar catedrales de palabras bajo el ojo azul de la palabra cielo».
jueves, 30 de septiembre de 2010
viernes, 10 de septiembre de 2010
martes, 7 de septiembre de 2010
Oración de gracias
Antes que nada te doy las gracias señor por guiar mi mano para escribirte esta oración.
Por cada dia que despierto y puedo decir que sigo vivo.
por desvelarme poco a poco los pequeños misterios de la vida.
Las cosas sencillas:
el recuerdo de una cancion
un atardecer a tu lado
una sonrisa sin motivo
Te doy las gracias por hacerme débil
porque a cada dolor que siento dentro de mi, me enseñas que la vida tiene un límite.
Y ser humilde.
Asi he aprendido que cuando no puedo moverme y camino apenas
puedo apreciar mas todo el universo que creaste a mi alrededor
puedo entender mejor a los que sufren
puedo caminar a ti con la cabeza baja y el corazón en alto
llenándome de gozo.
Gracias por dejarme vivir en un paraiso donde la luz hace más verdes los arboles y el cielo más azul.
donde el sabor dulce de la lluvia me acaricia como una hermana.
Por poder escribirte esto y escuchar los murmullos de la noche
dame un dulce sueño eterno
y la vida que quieras seguir dándome con la felicidad de tu compañía.
Por cada dia que despierto y puedo decir que sigo vivo.
por desvelarme poco a poco los pequeños misterios de la vida.
Las cosas sencillas:
el recuerdo de una cancion
un atardecer a tu lado
una sonrisa sin motivo
Te doy las gracias por hacerme débil
porque a cada dolor que siento dentro de mi, me enseñas que la vida tiene un límite.
Y ser humilde.
Asi he aprendido que cuando no puedo moverme y camino apenas
puedo apreciar mas todo el universo que creaste a mi alrededor
puedo entender mejor a los que sufren
puedo caminar a ti con la cabeza baja y el corazón en alto
llenándome de gozo.
Gracias por dejarme vivir en un paraiso donde la luz hace más verdes los arboles y el cielo más azul.
donde el sabor dulce de la lluvia me acaricia como una hermana.
Por poder escribirte esto y escuchar los murmullos de la noche
dame un dulce sueño eterno
y la vida que quieras seguir dándome con la felicidad de tu compañía.
domingo, 5 de septiembre de 2010
De renovadas transparencias
Hace mucho tiempo leí un cuento que me dejó marcado, transparencias, olvidé el autor pero no así la huella que ese cuento dejó en mí. Lo recuerdo con nostalgia de adolescente, tenía 15 o 16 años y fue, esa la edad en la que me atreví a crear mis propios mundos a través de la palabra.
Recuerdo que era un cuento triste y hermoso que rondaba en torno a la transparencia de una persona muerta. Era tan bello recrearse en la expresión de un ser que has perdido a través de su imagen desdibujada que aun hoy que me encuentro por azar con esa historia, la recuerdo conmovido.
Pero no es el mismo cuento.
Aún es hermoso, sí y mucho, pero ya no me hizo suspirar como la última vez ni es tan delicado. ya esa transparencia que me ha acompañado durante tanto tiempo no es vista con los mismos ojos de adolescente.
Por eso decido preservar el recuerdo y tomar ese recuerdo como el verdadero.
Los cuentos, las historias no cambian pero si las personas.
Hoy decido dejar una parte importante de mi historia literaria encerrada en otra época. Entre mis pasadas transparencias.
Recuerdo que era un cuento triste y hermoso que rondaba en torno a la transparencia de una persona muerta. Era tan bello recrearse en la expresión de un ser que has perdido a través de su imagen desdibujada que aun hoy que me encuentro por azar con esa historia, la recuerdo conmovido.
Pero no es el mismo cuento.
Aún es hermoso, sí y mucho, pero ya no me hizo suspirar como la última vez ni es tan delicado. ya esa transparencia que me ha acompañado durante tanto tiempo no es vista con los mismos ojos de adolescente.
Por eso decido preservar el recuerdo y tomar ese recuerdo como el verdadero.
Los cuentos, las historias no cambian pero si las personas.
Hoy decido dejar una parte importante de mi historia literaria encerrada en otra época. Entre mis pasadas transparencias.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
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