En el mundo de las palabras se encuentran tres palabras diferenciadoras.
La primera de estas palabras es la palabra filológica: El trabajo de Tolkien en el Señor de los Anillos está conformado de palabras filológicas - La palabra filológica busca, detrás de la máscara de cada una, la palabra etimológica, es decir, la verdadera- (tò étimon).
La palabra filosófica, la segunda, es la palabra elemental, la palabra única que abarque y explique todas las otras («conservar en su verdad la fuerza de las palabras más elementales, en las que nuestra Realidad se expresa a sí misma», es su misión, según Heidegger)
El poeta, en el jardinero, se afana en escribir con la palabra poética, la tercera palabra, la palabra esencial. («La creación poética —ha dicho Gerhard Hauptmann— consiste en dejar oír detrás de cada palabra la palabra esencial»). Porque el poeta, además de ser poietés, artesano creador, ha sido vate, es decir, oráculo, augur, profeta.
La palabra recobra en ella -la poesía- su vieja carga de misterio y terror. Lo que parece hoy menester del poeta era en otros tiempos fervorosa e ingenua devoción.
Por eso el jardinero usa la materia esencial de la poesía, de lugares de la memoria colectiva, las reúne y las transforma, las toma del viento y las devuelve a él, sólo que ahora imbuidas dentro de su particular soplo sonoro.
Escribe jardinero, escribe.
lunes, 8 de agosto de 2011
sábado, 6 de agosto de 2011
Entre la poética del espacio
"¿Cuando dejaré de buscar la casa inencontrable donde respira esa flor de lava, donde nacen las tormentas, la extenuante felicidad?
Destruida la simetría, servir de pasto a los vientos.
Quisiera que mi casa fuera como la del viento marino, toda palpitante de gaviotas."
Rene Cazelles
viernes, 22 de julio de 2011
Número 100: El jardinero
Precisamente en el post anterior a este me fije que ya estaba sobre el número 100. ¿Es algún tipo de número sagrado o algo, de alguna manera, especial? Pues nada, comencé a pensar que tipo de post podría ser este que ahora escribo y fueron muchas las ideas que han pasado por mi mente desde entonces. ¿Pero sabes qué? Prefiero dedicarme por la primera que pasó por mi mente y la más sencilla. Celebraré este primer post a manera de una renovación de votos, un homenaje, una elegía, un poema.
-¿A veces no te pasa que extrañas tanto a alguien que te duele?-
Hoy de repente me has hecho tanta falta...
Pero he decidido recordarte, el día de hoy donde, más o menos a esta hora me despedí de ti por última vez.
Y te recuerdo con el primer poema que escribí en este blog, de R. Tagore: El jardinero: Número 1.
- ¡Apiadate de mi, Reina mia!
- Pero ¿De dónde sales ahora, cuando ya todos han partido?
- Por eso; porque mi hora es la última de todas. Vengo a preguntaros qué os queda que mandar a vuestro último esclavo.
- ¿Qué quieres que te diga tan tarde?
- Pues hacedme jardinero de vuestro jardín.
- ¡Jardinero de mi jardín!... ¿Estás loco?
- No... abandonaré todo lo demás. Dejaré las espadas y lanzas. ¡Y no me mandéis a cortes lejanas, ni me pidáis nuevas conquistas! ¡No quiero ser otra cosa que jardinero de vuestro jardín!
- Y ¿qué vas a hacer?
- Os serviré en vuestros días de ocio. Mantendré verde la hierba del sendero por donde vas cada mañana, y mis flores os colmarán de bendiciones. Os meceré en un columpio que haré para vos en el saptaparna, y la luna crepuscular besará vuestra falta entre las hojas. Cambiaré el aceite perfumado de la lámpara de vuestra alcoba. Adornaré vuestra tarima con azafrán y sándalo...
- ¿Y qué querras por recompensa?
- Que me dejeis entre mis manos vuestras manitas perfumadas y enlazar vuestras muñecas con cadenas de flores; que me dejéis pintar vuestros pies con sangre de ashoca y quitaros el polvo con mis besos...
-... Desde hoy eres el jardinero de mi jardín.
-¿A veces no te pasa que extrañas tanto a alguien que te duele?-
Hoy de repente me has hecho tanta falta...
Pero he decidido recordarte, el día de hoy donde, más o menos a esta hora me despedí de ti por última vez.
Y te recuerdo con el primer poema que escribí en este blog, de R. Tagore: El jardinero: Número 1.
- ¡Apiadate de mi, Reina mia!
- Pero ¿De dónde sales ahora, cuando ya todos han partido?
- Por eso; porque mi hora es la última de todas. Vengo a preguntaros qué os queda que mandar a vuestro último esclavo.
- ¿Qué quieres que te diga tan tarde?
- Pues hacedme jardinero de vuestro jardín.
- ¡Jardinero de mi jardín!... ¿Estás loco?
- No... abandonaré todo lo demás. Dejaré las espadas y lanzas. ¡Y no me mandéis a cortes lejanas, ni me pidáis nuevas conquistas! ¡No quiero ser otra cosa que jardinero de vuestro jardín!
- Y ¿qué vas a hacer?
- Os serviré en vuestros días de ocio. Mantendré verde la hierba del sendero por donde vas cada mañana, y mis flores os colmarán de bendiciones. Os meceré en un columpio que haré para vos en el saptaparna, y la luna crepuscular besará vuestra falta entre las hojas. Cambiaré el aceite perfumado de la lámpara de vuestra alcoba. Adornaré vuestra tarima con azafrán y sándalo...
- ¿Y qué querras por recompensa?
- Que me dejeis entre mis manos vuestras manitas perfumadas y enlazar vuestras muñecas con cadenas de flores; que me dejéis pintar vuestros pies con sangre de ashoca y quitaros el polvo con mis besos...
-... Desde hoy eres el jardinero de mi jardín.
jueves, 26 de mayo de 2011
A la princesa de hielo
no la toquen
no la saquen de su sueño
es humo blando y material
si lo traspasas
comprenderás que su manera de estar
no nos pertenece.
Reina María Rodríguez
Princesa de hielo... Yo soy Calaf, hijo de Timur
no la saquen de su sueño
es humo blando y material
si lo traspasas
comprenderás que su manera de estar
no nos pertenece.
Reina María Rodríguez
Princesa de hielo... Yo soy Calaf, hijo de Timur
jueves, 12 de mayo de 2011
Porque una imagen vale más
que mil palabras si.
Pero cuantas imágenes son necesarias
para evocar todo el significado
todos los significados de una sola palabra.
Pero cuantas imágenes son necesarias
para evocar todo el significado
todos los significados de una sola palabra.
jueves, 7 de abril de 2011
Entre nombres
Ellos se conocieron
y esos, falsos nombres
como máscaras
eran iluminados,
separados
por la luz.
Cuando se apagan las luces
ellos son uno
Cuando dicen sus verdaderos nombres al oído
y esos, falsos nombres
como máscaras
eran iluminados,
separados
por la luz.
Cuando se apagan las luces
ellos son uno
Cuando dicen sus verdaderos nombres al oído
martes, 5 de abril de 2011
Reminiscencias
Soñé que ella estaba sentada a mi cabecera
y alborotaba tiernamente mi cabello con sus dedos...
y alborotaba tiernamente mi cabello con sus dedos...
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