Hoy al escribirte una frase me percaté de muchas cosas.
Viviremos juntos
ya no viviremos juntitos ni te daré besitos o mordisquitos.
Viviremos juntos, te besaré y te morderé,
así de simple y así de directo.
Ya no formas parte de mis fantasías de adolescente soñador
entre nosotros no hay anhelos ni falsas ilusiones,
o promesas.
No eres perfecta como cuando empecé a conocerte.
Pero te imagino a mi lado haciendo el árbol de navidad de cada año,
preparándote el desayuno del domingo,
calladamente para que despiertes con el aroma de lo ya hecho.
Estaré contigo en largas conversas de tardes lluviosas.
En cada uno de tus restantes abrazos nocturnos.
Escuchando tu respiración entre el silencio de los grillos.
Porque mi amor no es de trueno, de huracán o de mito.
Sino de pisadas descalzas sobre tierra húmeda.
martes, 7 de mayo de 2013
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